Esta noche, a partir de las cuatro, Teatro Mágico

-sólo para locos-.

La entrada cuesta la razón.

No para cualquiera. Armanda está en el infierno.

Y cuando del pan sólo quedan las migas, de la experiencia el camino, y del camino el polvo… ¿después qué?

Al Sr. Julio, que de su soledad emanan dulces palabras.

Le olvidaron.

Mejor tener el pasado en baúles, no conservar tarjetas y echar a morir aquella flor que regaló. Su maleta es el cielo gris que le embarga y unos cuantos periódicos. Lo olvidaron por no tener vergüenza, por ser saco pesado y de pies bailarines. Recuerdo verle en aquellas cuatro latas cual tesoro de hojalata, pretendiendo ser miserable atesorando millones de esperanzas. Pretendiendo estar solo y muriendo, cuando en resumen vuelve a la vida .

Le tengo, viejo. En aquellos momentos que debí tener, en los dedos fracturados de no tocarle y en mi fragilidad. Se quedó sin pasos, con las huellas blancas y haciendo muñecos de la tela que le sobra. Ojalá no se le olviden los colores, ni la frescura del amanecer en el grisáceo de los días. Apueste con la sola fe de que algo espera y que algún día volverán a tocar su puerta. ¿Y si no vuelven?

Viejo, creo ahora que no le olvidaron. Sólo es reliquia para una mejor vida.

Amplio,

amplio como brazos infinitos.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Antonio Machado

San Diego, Edo. Anzoategui.

Cambalache, Asowarao. Edo. Bolívar

"Ahí cae la lluvia,viene,

viene el sufrimiento

pero si la lluvia pasa,

¿cuándo pasa el sufrimiento?

¿cuándo viene la esperanza?"

Alí Primera

Esteban
Cristo y sus caras

Miedos azules, miedos de colores. Letanías con miedo. Caminos con miedo. Recuerdos con miedo y decisiones con miedo. Un suplicio de miedos. Miedos posesivos, miedos parranderos, miedo… el miedo de tus zapatos. El miedo de tus manos, el miedo de tus palabras. Miedo que invade, un miedo que es patria. Miedo bandera. El miedo de tus ojos, el miedo prisionero. Miedo: la palabra favorita. El verbo miedo. El miedo carcelario, el miedo protector, el miedo máscara. Miedo esclavo, miedo misionero, miedo mártir. El miedo que se imita, mi herencia.

Por favor… ya deja de tener miedo.

Resurrección

Primer premio, Tsunami.
Y amaneció sin recor, sin que los cuervos despertaran su boca. Como si el cielo, cómplice de la tierra, tracionara su musgo.

Castillo de Chapultepec, México.

CALLAS

Callas
Cuando mi espada escruta las ventanas de tú rostro
Cuando el cuchillo perfila las mareas de tus ojos
Cuando tú boca se arranca el vestido rojo.

Callas
Como si estuvieses a solas en el ataúd de mi sombra
Como el libro empolvado que nadie lee
Como el silente pasillo blanco que dejan las letras.

Callas
Donde se juntan los surcos de la inexpresión
Donde termina el cansado camino del deseo
Donde amanecen los hijos que nunca nacieron.

Callas
Mientras aparto los centinelas de tu cara
Mientras disparo al semblante de tú mudez.
Mientras armo los pedazos de nuestro tiempo.

Callas
Después que asesinas la sonrisa en mis labios.
Después que clavas alfileres en mi sien.
Después que acaricias el cadáver del pasado.

¡Te callas!
Porque no sabes ser la perfecta… la que jamás existió.