Thursday, June 29, 2006


Fotógrafo: Trevor Cornilliac




Ante su indiferencia más le pesa la preocupación de otros




Anoche llamó mi tía Eugenia asomando los berrinches de mi tía Carola, “la loca", loca porque le ha dado por pensar en el socialismo. Mi tía siente miedo porque sabe que con el ímpetu de la tía Carola ella es capaz de reconstruir los Soviet en plena Caracas. Desde que a mi tía Carolina se le ocurrió no usar más pamelas, ni tacones, ni camisas de seda la preocupación crece en el seño de Eugenia, sólo repite a cada instante “Tu tía no es la de antes”. Estar en la capital, vestir como en Europa y no mirar a los cerros era el análogo a ser feliz y prosperar en la vida. Yo creo que quizás despertó de los afiches de Londres y se asomó a la ventana.

Tuesday, June 27, 2006

Me largo.

Del camino, del no, del futuro, de la tierra, de la riqueza, de la pobreza, de la nada, de las utopías, de lo bonito, de las dietas, de la espera, del pasado, de los libros, de la poesía. De todo. Me largo.

Me largo.

Del letargo, del llanto, de lo gris, de la flojera, de lo mediocre, de lo corrupto, de la incompetencia, de la dejadez, de la ambición, del egoísmo, del más fuerte, de la enfermedad, del dolor. De lo malo. Me largo.

Me largo.

De la somnolencia, de la ceguera, del desorden, de la mecánica, de las fronteras, del neoracismo, del populismo, de la mentira, de lo tonto, de la burla, de la ignorancia, de la compra, de la demanda, del mercado, de la moda, del asco. Del amor como mercancía. Me largo.

De la indiferencia. Me largo.


"Todo tiene su momento, y todo tiempo su momento bajo el cielo"
Eclesiastés

Sunday, June 25, 2006

Lin lin lin

Anoche tuve miedo. Tapé mis ojos con la cobija y preferí la oscuridad adentro. Procuré no ver nada, ni siquiera escuchar los pasos de Ana tratando de encontrar mundo ¿cómo explicarle que esta es la tierra y yo soy su clavelito?

En realidad Ana es feliz. Sonríe casi todo el tiempo y aprieta mi mano cuando se le escapa el mundo. Raíces le bajan desde sus ojos, atraviesan su cuello, llegan a sus manos como lianas para después plantarse en sus pies, deformando lo último de sus extremidades. Sin duda es una mujer especial, de esas con la naturaleza y la inocencia entremezcladas.

Para Ana el pasado no existe, quizás porque sabe que más es lo que pesa que lo que sirve. Yo disfruto ver como descubre con sus ojos grandes y cómo de lo sencillo hace grandes cosas. Ha cambiado mucho… hoy tiene abundancia de todo. Más años, más interrogantes, más sonrisas y sobre todo más indiferencia.

Éramos héroes. La mayor osadía era conseguir los “anteojos”, y el mayor premio un vaso de Kool aid, por eso de ser “la jarrota del sabor”. Ahora somos niñas, yo que juego a ser adulta y ella que juega a ser niña, y la verdad, es un juego de ley de vida.

De Ana quedan sus manos aterciopeladas, acanaladas, adornadas con carmesí y algunas camisas que reflejan un poco de lo que fue. Su soledad se ha convertido en un blanco que no permite presencias más sólo una, la ausencia de estar y no estar.

Tengo mucho de ti, la idea de ser tu nieta y recordar por ti.

Monday, June 19, 2006

La ventana estaba sola. Hacía el frío que sólo hace en época de lluvia en tierras donde no hay invierno. Me senté allí dejando colgar mis piernas al vacío mientras sujetaba mi cabello. Los carros pasaban como cometas sin estela haciendo música en los oídos. Me sujetabas, tenías miedo de que cayera.

La noche se enfrascó en el cristal haciendo telares en la sombra. El horizonte era tangible y podía sostenerme en el aire, bueno, podías hacerlo. A veces, sostenida en la ventana, jugaba dominó con las estrellas, de los impares resultaban formas raras. No tenía más que ésa puerta que a veces jugaba a ser lumbrera de las excusas, de envolverlos en el círculo y nunca decir nada. Como ahora. Contigo era distinto, y contigo, y contigo, y contigo también. El silencio es lo que mejor se vender a los compradores como ustedes.



Elevémonos un poco más alto



La costumbre le hace daño a la justicia




¿Cuántas estrellas tiene el cielo?

La última noche que pasamos juntos,
lo preguntó:
-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
- Trescientas cincuenta mil.
-¿A que no?
-¿A que sí?

- Cállate. Esta noche
no quiero que preguntes esas cosas.
Esta noche, si quieres preguntar
cuántas estrellas tiene el cielo,
o cualquier otra cosa,
pregunta algo así como ¿me quieres?
¿tienes frío? ¿quién dice que tiene hambre?

Esta noche, pregunta algo que sea
contestado en el mundo sin palabras.
Interroga con toda tu sangre
algo en que toda la vida del mundo
esté preguntando,
algo así como ¿quién llora?
¿hace falta algo?

Y verás como todo hace falta
y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo
cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella
para cada momento,
porque con una que se pierda
dará un paso de sombra la luz del Universo. "

Andrés Eloy Blanco

Thursday, June 15, 2006

A veces es la hora de todo. La hora de las multiplicidades, incluso, la final. Hora de pedir perdón, de redimirse, de olvidarse del mundo, de lo vacuo y hasta de uno mismo. Significa concentrarse en el “0” y echar a volar zamuros en cautiverio. No hay caminos más seguros más que los de la vida, de aquél quien dijo con tono esperanzador que él era el camino, la verdad y la vida. Lo difícil de esto es encontrar la dirección, la parada de autobús que tome ése paseo.

A veces, los pañuelos son salvaguardas de nosotros y lo demás, lo demás no importa. Sobre todo hoy, como muchos días, no es un sitio de estilo. Significa no dejar morir pájaros en la garganta y aferrarse al minutero que grita el presente.

Monday, June 12, 2006

Saturday, June 10, 2006


Libertad de expresión

No me gustan los dobleces de camino, cuando perdemos la vista en direcciones contrarias. Hay estrellas en cautiverio en el cielo apagado, te miro me miras nos miramos te miro y te vuelvo a mirar. Las rocas de ayer salpican de nuevo en el lago agitado, ése, el que ya cruzamos. Miles de arco iris dibujan mis manos en tú sombra. Pero…


Ya es muy tarde, “hablamos mañana”.

Tuesday, June 06, 2006

Quiero estar contigo como cuando jugábamos a tener fe y que el tiempo no importaba. Se nos hacía corto e inmensurable el silencio para disfrute de los dos. Ha cambiado mucho el contexto ahora que somos grandes, yo en edad y tú a mi lado, y que vemos desde arriba el mundo con más ojos. Descubrí en mí que la inconstancia es una droga que no cuesta mucho pero cobra caro, y que para entonces, nos hacía mucho daño. Podría incluso contarte las cosas que he apostado por ti, aun sin conocerte y lo mucho que me cuesta no tocar y creer.


Desde entonces nos hemos hecho amigos entre el devenir de mis racionalidades y lo duro de aprender nadando contra la corriente. Mucho perdí de cuando el tiempo olía a miel y el mañana era rosa. Ahora cuando todos se empeñan en venderte, sepultarte a costa de libros, y poner en duda tu nombre, lo único que conservo es la certeza de que a tu lado el cielo es más grande y que contigo entramos todos.

Friday, June 02, 2006


Helena Almeida

Descalza.

Sin papeles, sin rencor, sin miedo, sin tropiezos, sin medias, sin medios, sin porqués, sin dudas, sin caídas, sin moretones, sin ayuda, sin abrigo, sin futuro, sin frío, sin ti, sin ustedes, sin luz, sin comunicación, sin caretas, sin hipocresías, sin estupideces, sin pensar, sin reglas, sin ortografía, sin puntos, sin comas, sin hojas, sin árboles, sin pareja, sin volver a pensar, sin pensarlo, sin estudiar, sin recorrer, sin NADA.

Mejor soy así, sin nada.




Fotógrafo: Trevor Cornilliac
Hombre de TODAS
Mujer de UNO
Una de TODOS
uno de UNA

Falto to

Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...