Friday, September 29, 2006
Wednesday, September 27, 2006
Me da alergia la psicosis electoral, el civismo y las manos cruzadas. La pintura fresca en las aceras, el “no pase” en el ala este del hospital, las visitas esporádicas a los indígenas, el proyecto urbano con casitas lindísimas, el estrés de la inauguración, la neurosis de último minuto, el juego desquiciado a ser felices antes del 3 y la pancarta del país de los sueños. No soporto el estatus, la reputación, la clase, los discursos de media mañana con los sanduchitos a la salida, el protocolo, la mano en el bolsillo y el voto en la izquierda. Me parece absurda la oratoria de quien no pisó tierra, de quien no ha tomado guarapo e’ caña y a quienes la palabra “gente” les parece ajena. Me obstina quienes hablan de la gente en tercera persona, los idealistas de moneda, los faranduleros de discurso, los adictos de noticiero, los come periódicos que nunca creyeron cambiar el mundo, los ilusionados con banderas. No creo en un país que se dice construir con la gente pero mirando por su lao, donde la confianza está en las medias y el otro, el otro te quiere joder. Creo en quienes trabajan para servir en distintos tintes, en quienes no les ofende el resto, en quienes en resumen, no tienen complejos a vivir.
Tuesday, September 26, 2006
El cáncer sigue devorándose a mi gente y a quienes planean serlo. Se comió al tío Luis, a la vecina Cati, al amigo José, a la mamá de Carmen. Entonces tiene en lista a Ma. Gabriela, a la tía Amarilis, a Roberto con los dolores en el estómago y a Josefina que no le deja de mortificar la cabeza. VIH y Cáncer juegan a ser poderosos, a jugarse las vidas y apostar con células. Todo se aprisiona desde adentro, se arrugan las venas, las víceras no soportan más y los huesos sienten que estallan. Morir con los órganos desgastados es la muerte de moda porque si la tecnología está creativa para reinventar el cuerpo también será más creativa para reinventarse el descenso.
Sunday, September 24, 2006
Por estos días es preferible no decir nada, enrollarse la lengua hasta entumecerla. Acampar en la almohada, acallar las voces y ser blanco. Ser pasivo pero no vacilante. Es tiempo de digerir, pintarse de nuevo desde adentro. Sin más… ser el silencio ensordecedor de la nada. Pero hay mucho ruido interno que planea vomitarse. Lo divertido de esto es que no hay tristeza. No se trata de ello, muchas veces no se trata de ella. Significa pues la búsqueda pesada del sentido, de encontrar muchos sentidos y hacer profundidad en lo vacuo. No se puede pasar una vida sin contenido, y allí no se detiene la búsqueda.
Monday, September 18, 2006
Desde luego, ser genuino implica estar desnudo o incluso estar completamente cubierto por indumentaria china e incluso así ser genuino.
Thursday, September 14, 2006
IV
Regresé. Sin la prosperidad que había jurado mamá pero sí con mucha nostalgia. Fueron pocos los meses en Morichalito con la abuela Carmen. Tía Consuelo dijo que extrañaba mi nariz de esfinge que le recordaba el fracaso de otros, yo me reía de las ocurrencias que solía tener. En fin de cuentas en el pueblo se decía que terminó loca de la sequedad y de sus labios que ya no apretaban.
Wednesday, September 13, 2006
III
Los deseos son puñaladas. Puñaladas con giros extraños y traicioneros. Pensé en futuro hace años, en la diatriba del destino y en el dicho de la historia escrita por uno mismo. Saqué cuentas y contaba entonces con una belleza modesta, cierta moral, unas ganas de comenzar y un pasado sin pasado para construir historia.
Tuesday, September 12, 2006
II
I
Desde que a Consuelo se le secó el útero no tiene vida en el cuerpo, sonrisa en los labios, ni dinero en los bolsillos. Morichalito ya no es el mismo sin “Consuelito la que consuela”.
Sunday, September 10, 2006
Detesto los domingos. Quizá por su soledad, por la televisión marchita, por el conteo de la semana. Como si todo fuese un minuto de silencio, un luto que carcome. Ante mí las calles desoladas, lo ruin del sábado, la basura del viernes, del aseo que no pasa, de los comercios que no abren. Todo se replantea el domingo para apostarlo a mañana, no queda más que pensar en el futuro, en la dieta que comienza, en las diligencias que se harán y el programa de TV de los lunes. El domingo conjuga muy bien el aire espiritual y el descaro del pasado. Se reconoce lo ocurrido, las putas que no trabajan, la bodega que no abre, las películas en cartelera. Reconozco su soledad, lo respeto por su osadía a mostrarlo todo en aguas cristalinas después de lo turbio, será por eso que acostumbramos a calentar el saldo de muertos el fin de semana.
El domingo te insta a saltar o a quedarte sentado, a renombrarte, replantarte como semilla. Sus últimas horas son las que se hacen toneladas en las pisadas, como si se bajara el volumen y el cielo se apagara, en la oscuridad los ojos grandotes que se abren y cierran buscando cama. Los domingos los pienso muy bien para no quedarme con su sabor en la boca, comienzo el conteo y me hago la despreocupada. Lo ignoro pero las calles lo delatan, el ocio lo hace vivo, la prensa lo rememora y no hay pretexto para el olvido. Probablemente es cosa de cambiar nombres, de hacerlo menos evidente. Lo único que quiero de él es su desastre en mí, pero incluso así, hasta eso está planeado.
Thursday, September 07, 2006
Las murallas en la garganta cada vez son más grandes. Debajo de esta tierra, de estas células y venas se generan cambios. Estoy aterrada, no conozco otros pueblos que estos, par de músculos y unos cuantos huesos. Ya tus raíces se mueven distintas y no temes sembrar en otros pueblos, has crecido, ves mundo, yo sólo sigo siendo territorio conquistado. Crecimos, estamos creciendo. Nos tiembla la independencia, las banderas de otros colores y las palomas de la paz. Estamos aferrados a las misiones cumplidas y a las batallas ganadas. Se nos acabó los fusiles FAL, el calibre, las granadas, es hora de regresar a la guarida y perdernos. Pero explícame, explícame las burbujas que suben dentro de mí, el olor a azufre, la premonición, mis intuiciones, mis desvaríos… explícame. Quisiera correr, aproximarme a territorio de paz pero hay más aire que empuja en mi redonda y debo esperar aquí. Tengo más agudeza para estas cosas, como los pájaros que presienten la tormenta. Esta es mi posición. Nos necesitamos, nos hacemos falta. Estamos haciendo nuestro papel.
Wednesday, September 06, 2006
Se está diciendo por allí que eres amante de la piedra, que de vez en cuando andas en pases y que en las tardes te la das de circo. ¿es cierto?. También se dice que bebes gasolina, que alardeas con el kerosen y a eso le llaman arte. Dicen mucho de la calle, Pablo. Que haces de fiscal de 4 a 6 y recoges multa con gorrito, que te andas maquillando y que el rojo te va mal. Me dicen que andas de grupito de 5, que llevan palos con cintas negras, que recitas poemas y que agarraron al “chufis” por andar de happy. Se dice mucho de ti, Pablo. Me dicen que te dibujas garabatos en las muñecas y que a veces huele a sangre, que eres libertino, que odias estar limpio y que del cabello te hacen lazos. La policía habla de ti, Pablo. Me dijeron que los gorritos son pa’ maricos y que tú los usas a montones, que andar en grupito dice mucho por detrás, que tu flacura es de un beiache algo y que quizás estás positivo. ¿Positivo en qué, Pablo?
Se dice tanto de la calle pero no entiendo, porque yo veo de adentro. Nadie sabe, Pablo, nadie sabe…
Me persigues. Corro una cuadra, va la segunda, paso la tercera, casi la cuarta. Plum! Contra el paredón. - ¿Por qué huyes? Te complicas demasiado - . Logro escapar. No me importa tú opinión, ni tus giros. Corro más de prisa, alcanzo el autobús. Estás allí. – Te dije. De-mi-no-po-drás-es-ca-par - . No espero mi parada, pido al chofer se detenga. Me llaman grosera, me pierdo entre la gente. Me encuentras. – Pierdes si crees puedes escapar -.
Sunday, September 03, 2006
Amo la libertad de las cuatro paredes que son míseras en amplitud, no escatiman en confianza. La rebeldía de una puerta y lo valiente de una cerradura, la extradición de otros cuartos, las leguas de los umbrales. Amo sinceramente lo métrico del metro cuadrado, su medida, la prudencia y su inocencia ante los hechos. No es ella la que encierra, ni los bloques ni el cemento frío, supongo que hay adornos que terminan como cajas fuertes con claves secretas para extraños. Amo estos muros, arquitectura limpia y sólida, las fronteras que traza, sus guerras sin sangre. Soy cautiva de estas batallas y me ensordecen los extranjeros que intentan romperlos.
Friday, September 01, 2006
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Huelo el tsunami, las palabras cortas, los dolores de cabeza, el auxilio. Supongo soy más perceptiva al aire, que hoy soy más animal con su naturaleza. Hay un gran movimiento bajo esta piel, de células en explosión, de desvaríos a distancia, de paranoias oxidadas y de cambios, como la piel que se muda. En el centro estoy aterrada, como en la baranda que sujeta la represa, de frente al Orinoco caudaloso, irremediable. Estoy cultivada en estas tierras, grandes inmensas seguras, con la cosecha de ahora y tanta soberbia en los labios. Nos hace falta rodar las lenguas, soltar las fieras, hacernos salvajes en direcciones contrarias, en selvas distintas. Conocer al enemigo, y ojalá, regresar con cuero en vano. Felices, porque el pasado no mintió. Pero es verdad, en esta ciudad nada es seguro.
Volver a perdernos
el pedazo de alma que hace días perdí
entre el mate y las colillas de cigarro
es dificil de encontrar al que antes fui
que cuando te fuiste entonces entendí
que los grandes cambios no se llevan años,
que basto con un segundo junto a ti
Y volver a perdernos en la orilla de la cama de un hostal
o en el anonimato de las calles frías de la gran ciudad
y que me cuentes de tus libros y del mundo que quires cambiar
y regalarte un beso en medio de las sillas de la catedral
Y raptarte un par de días más conmigo
y jugar al seductor o al enemigo,
Y si el tiempo decidiera o el destino
que al final no te quedaras tu conmigo
visitarte en Buenos Aires o en París,
en el D.F., en Buenos Aires o en París
Falto to
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
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No me siento absuelta, ni definitiva. Cada día ha sido como un tropel de asuntos pendientes atornillándome, como aquellos días prev...
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Me arde el pecho. Sonrío tocando tus labios que son blandos como los míos, un puente a parajes olvidados un receso...