Saturday, October 28, 2006
Voy a cambiarle la fachada a esta casa
Pues no me gusta verla triste y agrietada
Sé que es muy grande y que tal vez
Me tome tiempo verla bien
Voy a pintarla de color verde esperanza
Aunque se me pierda la fe
Tantos temblores que se ven
Y cuando veo algún amigo que se agarra
Con sus dos manos de un pincel
Para ayudar y componer
Se ve más luz en el cristal de la ventana
Alma
Lo que le falta es alma
Sé que es difícil ver paredes lesionadas
Y si no creo en mí creer
Y si no arriesgo en mí crecer
Dígame quien le va a cambiar esa fachada
Friday, October 27, 2006
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Thursday, October 26, 2006
Sunday, October 22, 2006
Me pesa la nada en los tímpanos. Apareces y te vas dejando sin luz a los postes, sin semáforo a las avenidas. No pretendes al caos pero lo consigues fácil. Antes que inventarás tus sueños yo sembré los míos, los cultivé con acentos, signos de admiración y mucha historia de ti. ¡Que quede claro! Que quede claro que nos hacemos inmuebles expropiados, que reinventamos la historia, que nunca dijimos nada de la trama que ocultamos del otro lado de la cerca. No ha sido fácil el quebranto, las rutinas familiares y las caras extrañas a las que, después de tantos años, no entiendo, no me acostumbro ni reconozco. Será porque me gusta jugar a lo derecho.
“Todavía camino y levanto polvo”
Maribel no aparenta sus casi 5 décadas. No hay ápice de timidez en su escote ni en sus manos ávidas de dramatizarlo todo. Un lápiz detrás de la oreja, bocetos, una máquina de coser y una Belmont, es lo que requiere para contar su historia.
Clavel Rangel
Resulta que mi mamá lavaba y planchaba en una casa, el niño de la casa que era mi papá, la engatusó. Mi mamá se vino para Puerto la Cruz y allí conoció a un señor. Entonces él me reconoce como su hija. Okey, me crió, me dio los estudios, pero era un señor muy agresivo. Por eso soy una mujer muy nerviosa.
Era muy buena alumna porque no salía a joder por allí, nada. Mi mamá tuvo que dejarlo porque la golpeaba. Tuvo 6 hijos con él. Le dio una gorpisa a mi mamá que no se me olvida. Estaba borracho y quería que mi mamá tuviera relaciones con él en ese momentico. Lo agarré, le quité la correa y correa con él. Le marqué la hebilla. A mi abuela, su mamá, también la golpeaba.
No te digo, ese señor está muerto y yo odio todavía lo odio. Y nosotros tenemos que cobrar una herencia, mis hermanos dicen que yo tengo que perdonarlo para que no las den chama –risas-. ¡Y una herencia de 127 millones! Mi mamá estaba flaquita. Ahora es que habla, se destapó pues, se liberó.
La lengua es el castigo del cuerpo
A los 17 años comencé a trabajar en Gina. Desde pequeña me gustaba hacer mi ropa. Yo la hacía a mano. Mi mamá habló con unos tipos y le hicieron la casita de INAVI en un terreno que le vendió mi tía Mocha. Mi papá 1 año antes de morirse se casó con otra. Me fui a ver a con una tipa y me dijo: “esa mujer le tiene un trabajo debajo de una mata de mango pero ya eso lo sellaron y por eso se está pudriendo”.
Yo era muy viajera, me fastidiaba en un solo sitio, era libre como una mariposa, como dicen que los virgos son libres. En ése ir y venir me consigo con un odontólogo que estaba bien bueno. Yo tenía 20 años. Mi mamá me decía: “Te van a venir cogiendo poray y no te vas a dar cuenta”. “A mí me coge él que yo quiera no el que quiera” le decía yo. Y como dicen, la lengua es el castigo del cuerpo. Así fue.
Bueno total, llegamos a su casa. Bonita la casa, porque yo antes me codeaba con gente de caché. Vieras una foto que tengo por allí con Fernando Carrillo, él no se acordará de mí pero yo sí me acuerdo. Bueno cuando yo me despierto estaba en la cama, desnuda y cogía. Él me sedó pa’ poderme coger, y así me lo dijo. Mira yo me volví loca de rabia. – Enciende un cigarro, “¡Señora Maribel!” se escucha a los lejos, “es el turco” dice ella riéndose en voz baja “pero no tengo rial”- .
Bueno cuando me entero que estoy embarazada no hallaba como decírselo a mi mamá. Mi mamá me dijo: “¿Y cuál es el problema? yo también estoy embarazada”. “¿Qué?” -le dije-“¿Del pelao?” Mi mamá se enamoró de un carajito. Tenía 17 y mi mamá 43. En vez de mi mamá formarme un merequetengue yo se lo formé a ella.
Me molesté, agarré mis corotos y me fui pa’ caracas a una pensión. Allí trabaja en una colchonería en Sabana Grande. Cuando me faltaban 2 semanas para dar a luz me vine para Puerto la Cruz. Seguí trabajando en la zapatería. Conocí el papá de mi segundo hijo, de Leonar. Un catirote, buenmosote, con los ojos verdes. Venía pasaba dos días y se iba a trabajar, bueno eso era lo que yo creía porque de repente descubro que el tipo es casado. Se fue Carlos. Yo no sabía que estaba preñá.
¡Ay Mana!
Me retiré de la zapatería porque me ofrecieron un trabajo que me iban a pagar más. Conocí a un negrito, era muy educado, era barman. Estaba bien bueno el negro, estuve de novia como 1 año cuando entonces descubro que el tipo es gay. Cuando se tomaba las cervezas le gustaba que se lo puyaran.
¡Ay mana! -se muerde las uñas y lanza la colilla- El negro me compró hasta un anillo de compromiso, por primera vez un hombre me pide la mano. Me fui para su trabajo caminando, llegué allá y le dije: “Hoy tú me coges porque me coges”. Llegamos al motel, me quité la ropa y él parao. Bueno ese hombre no levantó ni una ceja. Y yo estaba buena, porque estaba jovencita, y lo toqué por aquí por allá, le hice aquello lo otro, y nada. Le dije: “¡Viste! que sí eres marico”.
Me cambio de la panadería para una pizzería. Entonces yo tenía 28 años. Me presentan al lunchero y le digo: “Ujum, cara seria culo rochelero”. Yo era pasadísima. Y bueno en verdad era así, sí tenía culo rochelero. En verdad yo fui la que lo enamoró a él. Nos empatamos, el hombre fino, buenísimo. Nos fuimos a casa de mi mamá. Allí ya yo estaba embarazada de Cristhian, y no trabajé más. Mi mamá me regaló esta máquina, costó 19 mil bolívares.
Tenía 19 años con él. Hasta que una vez encuentro a Raúl con el hermano de una amiga mía en la parte de atrás de la casa, cuando yo entro veo que Raúl le pasaba la mano por el pecho e iba bajando y bajando hasta que le tocó abajo. “¡Qué!¿Tú eres marico Raúl?” le grité yo. Nos separamos de cuerpo, me quería quitar la casa.
Los negros ni pa’ rodapié
Después un amigo de Raúl empezó a enamorarme. A mí no me gustaban los negros ni pa` rodapié. Se llamaba Armando, eso sí que era bueno para convencer a las mujeres. Me convenció para ir a Margarita y a las cinco ya estábamos en Puerto la Cruz de regreso.
Se paró en frente del motel, entramos en la habitación y… -suspira, toma un silencio, se sonroja y se ríe - Se ventaron todas las estrellas. No lo voy a negar, yo veía estrellitas, es el mejor amante que he tenido. Ese hombre -se perdona conmigo- me hizo llegar 2, 3 y hasta 4 veces, veía mares. Eso me enamoró.
Yo tenía 39 años. Nació mi nieta y la fui a conocer. Cuál es mi sorpresa, él hombre aparece otra vez. Al día siguiente me llamó. Fuimos al motel y ¡Ay dios! –suspira, se queda aletargada -. Eso era muy divino. Yo me puse insaciable. Me volvió como loca. Peleé con todo el mundo, mis hermanos me quitaron el habla.
Di a luz a los 44 años, cuando tenía 45 nos separamos. Se fue por una más joven. Ya mi hija se había muerto. -Llega un hombre, le da un beso “¿Tan tempranero?” dice ella. Enmudece. Mira a los lados, baja el tono de voz y enciende otro cigarro-.
Sufro mucho de nostalgia
A veces pienso que todavía estoy enamorada de él, gracias a mi hija no me maté. ¡Ay! Pero eso no lo cuento. Me vine pa` Puerto Ordaz y conocí a éste -señala con la boca el otro cuarto-. Él ha tenido una vida más perra que la mía. Yo le he enseñado a hablar, a ser educado como yo. Siento que es un trabajo, una misión. No sé. Yo siento que tengo una cajita hueca dentro después de Armando. –Da una bocanada al cigarro y se queda pensativa. Ya no dramatiza con brillo en los ojos, poco a poco se va apagando -.
El problema es que Armando todavía me busca – enmudece por un rato. Entra miguel y cambia el tema, comienza a coser en la máquina -. Con Miguel yo me siento otra, no soy yo, pero sí, soy otra. Todavía camino y levanto polvo. Sufro mucho de nostalgia. Ya tengo 20 años cosiendo...esta maquinita me ha salido buena.
Wednesday, October 18, 2006
Me gustan los secretos escondidos en la barbilla re-besada. Que somos magnates con cientos de activos y pasivos apostados al cuerpo, y al adentro. Que poseo tu nariz, que me aventaja el sueño, las fronteras y la exiliación de mis brazos amarrados a tu sombra. Tu espalda sigue siendo territorio conquistado con demasiadas banderas, pero me siguen invadiendo tus dedos-cuchillos para desgarrar la cubierta. Eres perfecto sin rostro, sin las manías de las manos ni las costumbres al caminar. Disfrutas ser el misterio encendido que traza caminos para beneficio suyo sin dibujar retorno. Siempre hay regreso, aunque yo termine perdiendo en bolsillos poderosos de sonrisas.
Tuesday, October 17, 2006
V
Supongo que ahora me toca contar de los amores de “Isabelita” que aun después de que las canas invadieran, el diminutivo era el modo favorito de llamarle. En cierta parte porque nunca perdió los pucheros, ni los ojos de corderito, ni aquella complaciente manera de persuadir con las manos. La vejez siempre acentúa la profundidad en la mirada y las conductas retrogradas. El fin casi siempre es como el comienzo.
Sunday, October 08, 2006
Recuerdo que la vida era distinta cuando e incluso más feliz cuando el norte estaba allá arribota sin costados, entonces me topé con las realidades del sur que se desvanecían a mis lados, que la ciudad se agigantaba entre sus entrañas sin agua, entre ríos y muertos de sed. Todo se complicó. Había que apostar por algo, te das cuenta que si apuestas a la gente es por completo, sin dobleces, sin titubeos y con absoluta fe. El norte cambia, y creces con la ciudad que no para de sangrar por las venas que no alcanzan. Que todos quieren latir y que ya no alcanzan los pormenores para tanta necesidad, se complica la vida entre mutaciones de problemas que no se definen en libros de planificación organizacional. Te toca crecer con la fe en las manos, te toca decidirte la vida con tacones o sin ellos.
“Yo estoy interesado en opciones que van más allá de eso”
Guillermo Van aprendió el sentido del evangelio con la gente y para la gente. Su cabello plateado y ojos azulados dicen poco de lo mucho que ha luchado. Ha sido defensor de los derechos sindicales de los obreros y actualmente defensor de la cultura warao por 8 años en el relleno sanitario de Ciudad Guayana, Cambalache. Reside en los adentros del barrio Buenaventura en San Felix, donde usualmente nos reunimos. Una tarde me contó esto.
Wednesday, October 04, 2006
Ahora tienes esa fiebre en las costillas de llamarlo todo piedad, como cuando te involucras desde adentro y sé y sabemos que nos hacemos el favor ambos. Desde hace tiempo también me da por llamarlo todo libertad y por aprisionarme los pies con sandalias como dice Lesly. Sé que por afuera pero más por adentro que descalza y sin voz dejaría mucho y más. Entonces pasa lo que le pasa a los que se temen a sí mismos: reglas perfectas, estándares oxidados, impuntualidad sin querer y muchas disculpas. Cuando en realidad es más fácil mandar todo al carajo. Por allí dicen que es más fácil con ojos nocturnos, mas sé que esto no se trata de la dureza de la vida ni de la combustión de la nicotina en páginas de Kaffa. En realidad creo, y creo muchísimas cosas, que estos son los delirios – no los de Ramón – que hacen llama en las horas en los minutos y que entregan mucho más que recuerdos perfectos.
Tuesday, October 03, 2006
Sunday, October 01, 2006
Suponte además, que la política es el pan que comemos más ahora, que no nos jugamos un día sino la vida, suponte que no es el voto sino la actitud, que no son las leyes sino tus leyes, que no se trata de llorar sino de rehacernos. Suponte que la acostumbre es enemiga de la libertad, que los soldados de plomo tomaran vida, que ser social no es un discurso y que a algunos le duele el plato.
Suponte que jugáramos a ser mejores y no hubiese ganadores.
Falto to
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
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No me siento absuelta, ni definitiva. Cada día ha sido como un tropel de asuntos pendientes atornillándome, como aquellos días prev...
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Me arde el pecho. Sonrío tocando tus labios que son blandos como los míos, un puente a parajes olvidados un receso...