Sunday, May 30, 2010

Control obrero ¿discurso seductor o pasmo ideológico?

El control obrero que vende Hugo Chávez no quiere parecerse al pasado, así confiesa. Quienes lo promueven escurren la historia con la misma lógica del socialismo del siglo XXI: “inventando”, y mientras tanto la palabra sindicato desaparece del diccionario gubernamental


Los presidentes “transitorios” de las empresas básicas deberán instrumentar la gestión de los trabajadores para la conformación de nueva estructura, que parte del Plan Guayana Socialista 2009-2019 y se consolida con la legislación de los consejos de fábrica.

La comisión presidencial, las mesas de trabajo y los equipos de coordinación en la industria del hierro, acero y aluminio dibujan el esqueleto de lo que, según el documento de debate “consejos de fábrica y control obrero de la producción”, son los órganos de gestión interna de este modelo que será obligatorio tanto para empresas públicas y privadas, confirmó recientemente el diputado oficialista Oswaldo Vera a El Universal.

El presidente Hugo Chávez ha dicho que los consejos de fábrica no son una copia al carbón de la experiencia rusa, “estamos inventando, esto es un invento”, dijo en cadena el 15 de mayo desde Ciudad Guayana.

“No estamos hablando de copiar otras experiencias, uno de los errores de la Unión Soviética fue la estatización porque se burocratizó, se convirtieron en un capitalismo de Estado. Luego vinieron las divisiones”, agregó el primer mandatario.

Pero ha sido el propio “líder de la revolución” quien manifestó severas críticas a la autonomía sindical y quien insiste en la conformación de un solo brazo: partido-trabajadores-Gobierno, alineación que también se criticó en la llamada “cuarta república”.

“Los sindicatos no quieren tener nada que ver con el partido, ni con el gobierno, quieren ser autónomos; es una especie de chantaje” dijo el 24 de marzo de 2007, en el 1er Encuentro hacia la Plataforma Unitaria de la Mujer Venezolana.

Estas consideraciones contradicen una condición “imprescindible” para la realización socialista, como lo es que el movimiento obrero “adquiera autonomía para realizar su propia bitácora y tomar sus decisiones tácticas y estratégicas sin interferencia del partido o del gobierno”, señala Carlos Domínguez en el documento del Colectivo de Trabajadores Antonio José de Sucre, titulado “Jornadas sobre control obrero”.

El mismo planteamiento conserva el documento “Consejos de fábrica y control obrero de la producción”, en el que participó Jorge Giordani. “El consejo de fábrica no es, ni debe ser por ningún respecto, un apéndice del Estado ni del Partido Revolucionario, sino la genuina representación de los trabajadores en la lucha por el poder político, para a partir de allí edificar un Estado obrero”.

De allí que se señala que la decisión o no de asumir el reto del control obrero “no corresponde a grupo o individualidad, por más importante que pueda ser, sino a los propios trabajadores afianzados en su conciencia”.

El escrito explica que la subordinación de los consejos al “binomio partido-Estado” debe evitarse para no recaer en el “socialismo real”, pero invita a no perder de vista una adecuada relación entre el consejo, el partido y el estado revolucionario “en el caso de que actúen en la práctica realmente como tales”.

Este espacio de transición -que algunos dirigentes han calificado como una “oportunidad”- podría encontrar serias desviaciones si el modelo de alineación política con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), avanza más de lo que hasta ahora.

Brazos inseparables

La condición “imprescindible” se contradice con el propio dogma que intenta implantar el presidente Chávez, quien ha dictado línea al movimiento sindical y a los trabajadores, considerando que estos últimos no han adquirido la “conciencia socialista”.

Hasta el control obrero ha sido una orden del Jefe de Estado. “Control obrero, así yo lo quiero y así tiene que ser”, recetó en la antesala a su discurso del 1 de mayo de 2010.

Este espacio para lo que -teóricamente- sería la superación histórica del capital tendría como principal detractor la propia política de Estado. En el caso de Guayana las empresas han sido subordinadas a políticas económicas que no han sido discutidas ni públicamente divulgadas.

Casos como el de la industria del aluminio en donde se “hipotecó” la producción suscribiendo contratos con empresas transnacionales, y recientes acuerdos con el Fondo Chino Venezolano, del cual los trabajadores participaron para su administración, pero no para la discusión de las condiciones de pago.

El Gobierno -haciendo uso del Estado- ha privilegiado las importaciones antes que al desarrollo de la cadena “aguas abajo”, evadiendo a las pequeñas empresas productoras de refractarios, vagones, de los casos más denunciados.

Cuando en cadena nacional del 15 de mayo, desde CVG Alcasa, los trabajadores gritaron “fuera Glencore”, el tema también fue evadido por el primer mandatario.

Diseño de la transición

Quienes están detrás del diseño de la estructura socialista están organizados en una comisión presidencial, conformada por aspirantes a dirigentes o ex sindicalistas que actualmente forman parte del buró pesado del PSUV.

Estos representantes han sido convocados para darle forma y sembrar en los trabajadores el Plan Guayana Socialista y con ello la conformación de los consejos de trabajadores, con la concepción de que en su conjunto los trabajadores no tienen la esperada “conciencia de clase”.

Siendo esta estructura -teóricamente- la “expresión organizada más representativa del poder autónomo de los trabajadores en su lucha por las reivindicaciones socio-económicas inmediatas, por alcanzar el control obrero de la producción y en última instancia, por la revolución socialista”, es de esperar que en algún momento estas decisiones sean sometidas a la democracia de los trabajadores.

Sobre todo considerando que las funciones esbozadas en el papel de trabajo de la LOT, publicado por El Universal, los consejos de trabajadores “estarán llamados a evitar cualquier interrupción parcial o total de la producción o distribución por parte de aquellos centros de trabajo considerados estratégicos para la economía nacional”, lo que podría devenir en una mayor confrontación entre representantes considerados ilegítimos por los trabajadores.

Monday, May 03, 2010

Despiden al padre Esteban Wood/ I






Fotos: Clavel Rangel

Despiden al padre Esteban Wood/ II








"No sé si nos enteraremos quién fue el verdadero culpable"

Los feligreses de la iglesia Sagrada Familia asistieron masivamente a una misa en la que su párroco, Esteban Wood, no daba el sermón. Esta vez acompañaron al misionero que dormía para siempre con sotana blanca y rosario en mano en el centro del templo.

"No merecía morir así, era tan bueno, tan entregado a la gente, este dolor es irreparable", dijo Enma Castillo, catequista de la parroquia, durante el velorio del padre, efectuado el viernes pasado. Hizo una pausa y siguió bañada en llanto mientras la abrazaban.

La familia de Wood se enteró sin detalles sobre el asesinato de su pariente. Monseñor Mariano Parra, obispo de Ciudad Guayana, pudo comunicarse con Washington, Estados Unidos, y hablarles en inglés sobre lo ocurrido. Pero cuando desesperados preguntaron detalles del hecho, el prelado no halló traducción posible para describir tal homicidio.

"Le dieron cuantas veces pudieron con un pequeño cuchillo en la zona intercostal, golpearon su cabeza y lo estrangularon", describió el forense. Los asesinos se llevaron, además, un computador portátil, un teclado electrónico y dos celulares.

"Lo peor es que no sé si nos enteraremos de quién fue el verdadero culpable", comentó la profesora del proyecto de paz de Fe y Alegría, Luisa Pernalete.

"Hacía tiempo que no veíamos la iglesia tan llena", dijo impresionado un miembro de la parroquia. La comunidad cantó "Pescador de hombres" una y otra vez, mientras sonaban las campanas del templo.

Era como su hijo. Humboldt, el perro weimaraner del padre Esteban, fue el primero en mostrar su dolor. "Nos lo llevamos para que no se deprimiera más, porque está muy triste, se le nota en los ojos", contó Jesús Guauro, encargado de las obras de ampliación de la parroquia y quien encontró el cadáver del sacerdote en el sitio del crimen.

Al lado del párroco de 68 años de edad estaba el can.

Todos en la parroquia preguntan por el compañero fiel del sacerdote. La profesora Pernalete recordó la vez en que se robaron al animal y durante días el padre no dejó de buscarlo hasta que lo halló en casa de sus captores en Las Colinas, un barrio aledaño.

"Diariamente el padre mandaba a comprar tres comidas: una para él, otra para mí y otra para Humboldt. Era como su hijo", contó el jardinero de la parroquia.

La construcción en el terreno de la iglesia para trabajar con la comunidad, promovida por el sacerdote, unió a los feligreses.

Todos estaban entusiasmados con su culminación a finales de agosto. Guauro dice que la obra estará lista para esa fecha, tal como soñaba Wood.

"El padre se proponía algo y lo cumplía. Era estricto, disciplinado y, quizás por eso, por su cultura, todo lo que se planteaba lo lograba", agregó.

En la iglesia, mientras los vecinos hacían largas colas para ver por última vez el rostro del padre Esteban, uno de los presentes irrumpió y pasó de largo, desconsolado, hasta la urna.

Era un indigente de la Fundación Me Diste de Comer, con la que el párroco trabajaba, a quien hubo que sostener para que no cayera al piso de la impresión. Otros muchachos que viven en la calle, a los que el religioso ayudaba, también entraron lamentando su muerte.

No más violencia. De la tristeza, la comunidad pasó a la acción y a la rabia. Los pobladores pegaron fotos por toda la parroquia referidas a la obra del sacerdote, así como mensajes de reclamo.

Los niños de las escuelas de Fe y Alegría colocaron pancartas: "Quién será el próximo", "Cuántos más deben morir", "Vivirá en nuestros corazones, padre Esteban", "No más violencia, hasta cuándo", se leía en los carteles que desplegaron luego de una caminata que hicieron los colegios católicos que cerraron por luto el viernes por las populosas calles de Unare II.

Alirio Guillén, miembro del PSUV y vecino de la zona, confirmó el comportamiento intachable de Wood.

"La gente está muy brava porque se dice que fue un piedrero de por aquí, porque el padre no le tenía miedo a nadie y se enfrentaba hasta con los más peligrosos. Ayudaba a todo el mundo y vi cómo intentó regenerar a muchos muchachos de por aquí".

En alguna oportunidad denunció a un joven a quien él ayudaba que lo robó. El muchacho estuvo preso y algunos creen que pudo ser el asesino.

Así como ese caso, los habitantes conocen historias similares, pues el sacerdote era conocido por tenderles la mano a todos. Hasta ahora, la Fiscalía maneja el móvil del robo.

Wood desarrolló 23 años de su vida misionera en Venezuela, y el estado Bolívar fue su último destino. En una pequeña autobiografía dijo: "Quiero profundamente y para siempre al pueblo venezolano". Luego de dos días de vigilia, el sábado la comunidad enterró al religioso en Ciudad Guayana, tal como era su deseo.

Publicado en El Nacional

Falto to

Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...