La ventana estaba sola. Hacía el frío que sólo hace en época de lluvia en tierras donde no hay invierno. Me senté allí dejando colgar mis piernas al vacío mientras sujetaba mi cabello. Los carros pasaban como cometas sin estela haciendo música en los oídos. Me sujetabas, tenías miedo de que cayera.
La noche se enfrascó en el cristal haciendo telares en la sombra. El horizonte era tangible y podía sostenerme en el aire, bueno, podías hacerlo. A veces, sostenida en la ventana, jugaba dominó con las estrellas, de los impares resultaban formas raras. No tenía más que ésa puerta que a veces jugaba a ser lumbrera de las excusas, de envolverlos en el círculo y nunca decir nada. Como ahora. Contigo era distinto, y contigo, y contigo, y contigo también. El silencio es lo que mejor se vender a los compradores como ustedes.
¿ a que precio los silencios?
ReplyDeleteUn ojo de la cara (jeje)
ReplyDelete"tu silencio es de estrella.....
ReplyDeleteMexigocho...