Thursday, August 10, 2006

El amor sólo da de sí y anda recibe sino de sí mismo
El amor no posee, y no se deja poseer:
Porque el amor se basta a sí mismo.

Khalil Gibran, El profeta


En nuestras paredes acostumbrábamos a ver el reflejo de lo que nuestros pensamientos iban tallando en ellas. Sin siquiera darnos cuenta, quienes eran o son ciegos como nosotros ¿o como lo fuimos? Lograban ver lo que detrás de tantas alusiones no era más que un cuerpo desnudo. Muerte, destrucción ¿cuántas cosas no hacen falta para un buen poema? ¿Perdimos esas cosas? ¿Las perdimos? Muchas de ellas parecen haberse quedado atrás y claman aun por nuestros cuerpos.

Claman aun por nuestros cuerpos, ¿no los escuchas? Son gritos y gemidos… ya yo no los puedo ver, junto a ella siento aquel plectro. Lo llamé, la llamé pero no quiere oírme. Se revive a cada instante cuando la pienso, y cuando logro transformarla en letras pareciera bailar.

Sucede que cuando no hay silencios, ni pasillos sin nombre, ni divagases absortos… nada llega a estas páginas. Y las palabras bonitas parecen estúpidas. Nos conocimos en este blanco y cuando me siento aquí, sólo recuerdo la tristeza que me impulsaba a arañar estas páginas con un puñado de preguntas. Sonreía como un enfermo cuando podía producir algo que reprodujera soledad, más más de lo que quería, porque de alguna manera estaba engrosando este libro, del cual me sentía orgullosa. Hay quienes nos gusta disimular.

Nada me garantiza que no volveré a estas calles, camino por estas cuadras y en cada esquina me aseguro de recordar el camino. Es necesario que tú camines por tus calles y yo por las mías, sé que como siempre nos veremos en la próxima cuadra para contarnos reiteradamente lo que estuvimos viendo. Si nos perdemos nos vemos en la casa de los botones de flores ¿la recuerdas? Probablemente tengamos que devolvernos porque ya la habremos dejado atrás. Tú con tus manos vacías porque no te gusta cargar con nada, yo con un poco menos llenas, pero siempre dejando huella en las paredes, quizás lo hacemos para no perdernos.

Detrás de esto se siguen escondiendo nuestros cuerpos desnudos, nos decimos al oído cosas que en un lenguaje extraño no logramos entender, pero es arte del desnudo perpetuar las siluetas a tientas. Disculpa por haberte inmiscuido en esto, pero aun así, ha sido muy grato.

9.01.03

2 comments:

  1. Hola Nelke... gracias por reaparecer por mi blog!!!... me encantaría que me dieras datos sobre otros ejercicios de estilo. Yo no tengo formación de periodista.

    Tu escrito....melancolía profunda transustanciada a pixeles!!!

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