Amo la libertad de las cuatro paredes que son míseras en amplitud, no escatiman en confianza. La rebeldía de una puerta y lo valiente de una cerradura, la extradición de otros cuartos, las leguas de los umbrales. Amo sinceramente lo métrico del metro cuadrado, su medida, la prudencia y su inocencia ante los hechos. No es ella la que encierra, ni los bloques ni el cemento frío, supongo que hay adornos que terminan como cajas fuertes con claves secretas para extraños. Amo estos muros, arquitectura limpia y sólida, las fronteras que traza, sus guerras sin sangre. Soy cautiva de estas batallas y me ensordecen los extranjeros que intentan romperlos.
Amo la libertad de las cuatro paredes que son míseras en amplitud..
ReplyDeleteMuy bueno
salu2
¡Que clase de texto! La libertad, tesoro amado.
ReplyDeleteExcelente.
Seguimos en clave...
Me gusta el manejo de tus palabras.
ReplyDeleteSaludos