Todo transcurre en destellos veloces, en cámara rápida y morbosa. Los niños detrás de la carroza, los niños detrás del muerto, los niños detrás del ataúd. Los niños, en fin, los niños siempre siguiendo a la gente que muere. Detrás del callejón siempre es así, es el paso reservado a una cuantiosa cantidad de peligro y vida. Vida más que muerte o ambas, como equitativas, amigables, liberales y astutamente cómplices. Aun no pasean con la salsa dentro, es mejor que disfruten la fiesta desde afuera.
Monday, December 11, 2006
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Falto yo
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
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Saramago destacó con brillante sencillez la crueldad de la tortura: “El hombre es el único animal que tortura a sus semejantes. Y no hace fa...
rotar es un perfume
ReplyDeleteen la sonrisa de un niño
que espera en silencio
el eterno girar
y subir
y bajar
caleidoscopio etéreo
en el sueño de un niño
y volar
y vivir
y amar
el viento que persigue
la imaginación y el rostro
el querer más
y reír
y amar
y al fin
Crecer
Pienso que tienes un particular estilo, muy intenso,transmites densas emociones, lograste impactarme.Me luces muy inspirada. Mis respetos y saludos.
ReplyDeleteBásicamente es astuto, lo de cruel lo ponemos nosotros. A él no le importa si nuestra panza es más bonita de un modo o de otro, sólo sabe que ha de hacerla crecer para que todo sobreviva.
ReplyDeleteEs la vida en estado puro, aunque nos joda profundamente.
Unas amigas van a hacerme una camiseta de regalo con una frase que se me ocurrió en un ataque de autocrítica humorística harta de que me pregunten si "estoy esperando": "No es que esté más gordita, es que tengo un cushing"
Como digo a veces... t'alshishi.
Pero es lo que hay.
Ojalá fuera de verdad un niño y no un síndrome.
Por lo demás, el frío también me tiene las manos agarrotadas, más bien, el cerpo entero.
Un beso, el texto es precioso.