Saturday, January 27, 2007

Te gusta jugar con los pelitos de la vagina, Elisa. Haces círculos con ellos, los enredas e intentas hacerle un desriz chino con los dedos para que se vean más coquetos. Estás pensando si ir o no ir, como si te gustara el café. La verdad no te gustan las bebidas calientes y menos con panzones idolatras. Prefieres jugar con los pelos, con cada hebra. Bajar por las fronteras, por cada comisura hasta el final donde está el último vello, y luego subir por la enredadera hasta la V, la “v” de vagina. ¿Quién dijo que a las mujeres no les gusta jugar con su pubis? Te haces la interesante fumando un cigarro que no sabes de donde salió, no sabes si está adobado o viejo. Te dan una pista los labios marcados en el filtro. No importa. Lo importante es fumar, hacer círculos de humo en el aire. Así, como en las películas, como interesante. Bueno. No irás… eso parece. Sigues haciendo el mismo ritual, una y otra vez. Ésta vez bajas más de lo debido y descubres que tienes pelos en el culo. Sí, los tienes. Pensabas en el tuyo como en un amanecer claro. Qué desgracia, qué desagradable. Tienes pelos en el culo. ¿Acaso el culo de las mujeres no es lampiño? Vas al espejo. Es negro, es negro también. Esto debe ser un chiste, el espejo que es bifocal, la luz del baño. Sí, la luz amarilla que con el contraste de las baldosas muestra el culo… el culo negro. Negro, pero negro y con pelos. Debería ser rosa. Una mujer con el culo oscuro y con pelos ¡Por Dios! No importa. Ningún hombre se ha horrorizado con ello. Ni siquiera se lo han comentado. Debe parecerle rutina y hasta sexy. Sí, porque se excitan mucho con el trasero. Quizás vayas, después de todo qué puedes hacer. Es viernes Elisa, viernes. Los viernes la ciudad se prende y la gente sale a la calle a emborracharse y mover el cuerpo, por qué quedarte en casa un viernes. Creo que irás. Mientras juegas con tus dedos subiendo tus caderas. Son lisas y suaves, te llevan al ombligo. Te gusta hundir el meñique en él, sacarlo y dar vuelticas en su precipicio como un huracán. Es un ombligo profundo como un pozo, un pozo que no tiene agua. No estás delgada, no estás gorda, pero no estás delgada. Qué cosa más complicada encontrar una definición. Entonces subes, das otra bocanada al cigarro. Te sientes mareada, quizás tenga algo más. Te topas con los senos, con las aureolas rosadas y sus pequeñas fuentes por las que brotará leche. Son como doce huequitos en cada seno, por cada aureola, y cuando tocas mucho el pezón se coloca pequeñito y si presionas sus lados se hincha. Como una pirámide que cae, que se inclina sin temor a caer. Se hace grande como una gran mama llena de leche. Pero no tienes leche. Te agrada jugar con los senos. Empujarlos a la derecha, a la izquierda, mirar como caen por los costados. Que caigan porque son grandes y pesados. No es un busto firme. Son rosados, algunas veces transparentes con garabatos dibujados por las venas. Irás, irás con el panzón idolatra. Te sentirás adulada y mujer. Después de todo eso es lo importante, sentirse superlativamente mujer. Te tocará ponerte un vestido casual, asegurarte con un biquini que no te enrede el pubis y no olvidar, no olvidar comprar esa revista dónde dicen que hay una técnica muy buena para blanquear el culo.

4 comments:

  1. "Qué cosa más complicada encontrar una definición."

    poco a poco aprendo a leerte - verdad que soy lento en leer el inglés; soy una tortuga de los Galapogos cuando leo el castellano; cuando leo de Borges voy como la paradoja de Zeno, nunca llego, sólo me lo aproximo.

    esto es genio. vale de varias lecturas.

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  2. Excelente texto... maravilloso.
    Primera vez que caigo por aquí. Regresaré porque me ha gustado mucho tu manera de escribir

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  3. A pesar del uso de la segunda persona, es tan cercana la voz que es facil sumergirse en las letras cual monólogo y obviar la distancia, sentirse dueña de esas manos y llegar a "superlativamente mujer".

    Impresiona la contundencia y la seguridad en la palabra. Muy bueno.

    OA

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  4. tenía tiempo sin pasar por acá, y he conseguido algo realmente bueno, algo que realmente vale la pena leer...

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