Me regalaron un depósito de estrellas en una almohada. Una almohada pequeña y blanca. Adentro hay un mundo mojado, un circuito de palabras, una cerca de sueños, una lluvia-tormenta y una fogata hecha de hilos. Cuando el universo se pone grande, me da por extrañar con cada hilo, con cada estrella quemada difuminando el futuro. Y es que esta almohada es un sueño, un refugio de algodón, una cuota de amor que no muere, es una ciudad nocturna que se construye a pasos gigantes con cada pensamiento que se amarra a extrañar.
Nelke! gracias por la visita! Guayana? YO ADORO Guayana! suego con ella y la visito cuando puedo. Un beso.
ReplyDeletese me olvido...es la emocion...BELLO lo que escribiste!
ReplyDeleteUna belleza de escrito. En mi nombre y seguro en el de Delsye, gracias por la visita a nuestro Blog, comunicación esta que se prende de los hilos de la modernidad, pero que hace nos conozcamos en las distancias.
ReplyDeleteUn abrazo,
Migdalia
http://viajera-del-rio.blogspot.com
Un breve comentario para decirte que me gusta tu blog y especialmente el lirismo y la sensibilidad con que escribes. Saludos.
ReplyDeletenada de cursi niña!!!
ReplyDeletebello
Yo tambien tengo una almohada llena de estrellas... estrellas que no mueren. Un abrazo.
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