Eugenia no tuvo hijos, lo que automáticamente me convirtió en su proyecto de hija. Entonces la calle era muy ruda, yo demasiado tonta para ella, no conocía el mundo, ni la calle, ni la maldad, ni lo horrible que podría ser residir en él, al final sentenciaba: Ainsi la vie, en un francés rudimentario. Conociendo su afán de madre, prestaba atención con aire interesado a las lecciones de vida de la tía Eugenía aun cuando tenía que hacer esfuerzos por sacar algo fructífero de las letanías de la tía.
Friday, August 04, 2006
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Falto yo
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
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Saramago destacó con brillante sencillez la crueldad de la tortura: “El hombre es el único animal que tortura a sus semejantes. Y no hace fa...
Relato verídico? bueno, a mi me gustó la forma de contarlo...
ReplyDeleteTambién quería agradecerte por haberte pasado por mi blog...
^^ =)