Por estos días es preferible no decir nada, enrollarse la lengua hasta entumecerla. Acampar en la almohada, acallar las voces y ser blanco. Ser pasivo pero no vacilante. Es tiempo de digerir, pintarse de nuevo desde adentro. Sin más… ser el silencio ensordecedor de la nada. Pero hay mucho ruido interno que planea vomitarse. Lo divertido de esto es que no hay tristeza. No se trata de ello, muchas veces no se trata de ella. Significa pues la búsqueda pesada del sentido, de encontrar muchos sentidos y hacer profundidad en lo vacuo. No se puede pasar una vida sin contenido, y allí no se detiene la búsqueda.
ahora si hay algo que decir.
ReplyDeleteOh ¡qué precioso Nelke! Hay que saber tomar su tiempo para encontrar entre lo pesado y lo ligero, el equilibrio que será el tuyo. Un beso
ReplyDeletete perdí el rastro hace rato pero sigues escribiendo tremendamente bien, incluso cuando no tienes nada que escribir... insólito!
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