Tuesday, July 31, 2007

No siempre es tonto el esfuerzo

Estos dos esfuerzos: el de mis manos y el de mi boca, rayan en unas ataduras orgullosas por no reventarse sobre los pies. Y tengo otros dos esfuerzos: imaginar y volver, y ninguna de las dos es fácil… algunas se recrean – supongo por el vicio de extrañar –. Estas teclas son un piano viejo, un cliché de los que odias, y volar a ti no es la mejor opción, tú lo sabes, yo lo sé. Son mis maneras de abandonar las primeras personas, pensar de inmediato en el dejadez de las raíces, serán las secuelas de acampar en espejos sin trascendencia; un rescate que apacigua la familia de murmullos que me da por parir los jueves, los sábados, o días antes de que se revuelvan las hormonas. Sabemos explicarlo siempre a dos voces, en un recuadro negro en otro blanco, esta vez vomitarlo sobre el feminismo de Karla. Las dos voces recrean la bifurcación de mi lengua sin retorno, las parábolas de la prosa explicando el sereno, la tranquilidad de estos días; estoy elucubrando el futuro en una taza de café, en el chorro de la manguera con mucha presión, en los cigarros que descubrí en una caja de madera, en el amortiguado presente, voluntarioso, sencillo, discreto, real, espacioso sin miseria o amordazado con rabia.

Hay cartas que no llegan por correo ordinario, se recrean en el cielo de esta boca estrellada, guardan destino en una habitación desconocida en el que se dice se ronda el objetivo con los brazos abiertos y los ojos cerrados; quién sabe si será cierto, lo saben los bustos explorados, los puertos que has dejado por no saber habitar en tierra. Y a quienes hacen de sus vacíos un espejismo, se proyectan en este nombre inédito para las señas mientras que aquí falta mucho para volver a habitarse; es el mismo terreno inhóspito de hace dos meses, sinvergüenza con la ley, con la rutina, con la teoría del dar y retornar; yo sigo creyendo en la metodología de este siglo aprisionado en días, en el cierre de los labios deslizados hasta los dedos. Amanecí queriendo descubrir este continente en la planicie de mis piernas, en las puntillas de las uñas socavando esta mina, invadiendo estos espacios hipotecados en diez años imaginarios – porque es divertido creerlo – explotando este volcán que seguro sería un huracán aguantado muchas veces, porque aprendimos de distintas maneras a hacer combustión desde el cuerpo.

Esta voz suena distinto, es parte de este corolario de intentos por no hacer nidos en terrenos baldíos, por ser otra, por ser la misma, por parecer oasis o infierno. En el pico de estos dos cerros muere tu lengua, supongo es el sarcasmo de estos esfuerzos en el que eres un camino seguro, aunque siempre estés lejano entre la sombra y esta lámpara que intenta traspasar las ventanas, y acomodarse en esa alcoba, en el que dicen que si uno entra termina siendo un deja vu eterno.

3 comments:

  1. es extraño como uno ante la indefensión siempre amenaza con saber.

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  3. Algunos le dirian ying y yang, otros lo denominarian teoria del caos, en el caso más cercano a mi postura saltaría un partido feminista francés y cantaría su slogan "ni putas, ni sumisas", a la final es el tiempo y la experiencia la que nos va indicando quienes somos realmente y qué queremos, iluminando así mejor el camino de nuestro destino... Un abrazo amiga.. y definitivamente son necesarios dos voces, y hasta más!

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