Friday, June 29, 2018
Ciertos deseos
Friday, May 25, 2018
Una forma callada
Te veo maltratarme en el espejo.
Has dado vueltas alrededor del teatro, torturándome. Y hoy me ha dado por recordarte. Lo hago ahora que camino pendiente abajo hacia Plaza Venezuela. Unos muchachos comen basura y el perro de ese señor barbudo, de bastón, está echado justo en ese lugar de la acera que me cuesta esquivar. Voy pensando en ti y en el maltrato en ese espejo. Voy sonriendo frenéticamente porque estos días han sido malditos y me cuesta asimilarlo todo. Las cuentas, las miles de transacciones que se requieren para vivir, el silencio en el metro, los cuerpos tristes y también la extravagancia de la ignorancia. Pero yo voy pensando en ti, en tu sonrisa malévola, en tu desprendimiento, y en esa obstinada forma de dejarme una y otra vez. Yo en realidad tiemblo y sonrió para disimular que estoy ansiosa, que tengo miedo, que te quiero cerca, y que tengo miles de argumentos para justificar que este momento no debería ser. Pero estás en el espejo de una habitación barata en el corazón de un suburbio al que nunca pensamos venir. Hace tiempo que no nos vemos y has aparecido hoy, en este día funesto de fin de año en el que el precipicio se ve tan nítido o ¿tú lo has acercado como una excusa?
Vivo en Venezuela y eso es decir bastante en 2017.
Quizá por eso me ha dado por recordarte, porque hoy necesito del cinismo de ese espejo, de tu verticalidad venida a menos, de tu arma enfurecida y de tus tactos finales. Hoy que todo parece absorberme preciso de ese aliento fugitivo y de la destreza de tus manos que seguro no volveré a ver.
Nos ha dado vértigo otras veces antes que decidieras desaparecer. Yo imagino (con frecuencia) que te veo de lejos, como otras veces, y se me alborota la vista, el estómago. No es un inusitado encuentro, es la forma callada de extrañar la libertad.
Saturday, April 15, 2017
Este jardín y sus mariposas

un puente a parajes olvidados
un receso.
con los ojos
con las manos
cliché.
en el vendaval
Friday, April 14, 2017
Extravío

Tuesday, November 17, 2015
Y conté el sueño en voz baja
Sunday, November 15, 2015
Nombrar
Friday, December 17, 2010
Sobre héroes...
Se sentó en un banco, cerca de la estatua de Ceres, y permaneció sin hacer nada, abandonado en sus pensamientos. “Como un bote a la deriva en un gran lago aparentemente tranquilo pero agitado por corrientes profundas”, pensó Bruno, cuando, después de la muerte de Alejandra, Martín le contó, confusa y fragmentariamente, algunos de los episodios vinculados a aquella relación. Y no sólo lo pensaba sino que lo comprendía ¡y de qué manera!, ya que aquel Martín de diecisiete años le recordaba su propio antepasado, al remoto Bruno que a veces vislumbraba a través de un territorio neblinoso de 30 años; territorio enriquecido y devastado por el amor, la desilusión y la muerte.
Melancólicamente lo imaginaba en aquel viejo parque, con la luz crepuscular demorándose sobre las modestas estatuas, sobre los pensativos leones de bronce, sobre los senderos cubiertos de hojas blandamente muertas. A esa hora en que comienzan a oírse los pequeños murmullos, en que los grandes ruidos se van retirando, como se apagan las conversaciones demasiado fuertes en la habitación de un moribundo; y entonces, el rumor de la fuente, los pasos de un hombre que se aleja, el gorgojeo de los pájaros que no terminan de acomodarse en sus nidos, el lejano grito de un niño, comienzan a notarse con extraña gravedad.
Ernesto Sabato
Thursday, July 01, 2010
Reinvento
Wednesday, September 16, 2009
Sin despertarse...
En la sala de redacción soplan vientos de este a oeste y voltean las palabras como lo hace la brisa con las hojas de mango. Se meten en esta caja todo el trauma político, laboral y social que, a veces, asoma alguna lágrima en las lagunas de las tres de la tarde. Afloran las contradicciones y resulta un confesatorio entre la pantalla y las voces que asaltan – una y otra vez –con la súplica de una ayuda, sin contemplación. Vienen los desaires de la mano extendida, del dinero que no dimos, del silencio que hicimos con la injusticia, del verbo no escrito, del error publicado, del grito que no hicimos sentir en el papel.
En esta sala hay un huracán de nostalgias, pasa el tiempo demasiado rápido con la partitura del teclado y cada hecho borra el otro demasiado pronto. No asimilamos, no da tiempo. Cada estación es un lugar para que acampen los políticos con sus campañas perdidas, los chismes de pasillo, los trabajadores pisoteados, el consultorio de las quejas estatales, un inmenso archivo de pliegos conflictivos que no llegan a tribunales. Acá duermen las calles rotas, las sonrisas de los niños, los paros, las comparsas, la sangre de los muertos, los malandros sueltos, las amenazas de cierre, la economía del papel, todo duerme en esta sala sin despertarse.
Wednesday, February 11, 2009
Faltan segundos
Te ríes de mis teorías de explotación sobrehumana en ese lugar, de las injusticias que se hacen evidentes en ese espejo y tanto me molestan. Me miras con gracia y atención. Disfruto en demasía esa admiración y respeto que tienes con cada histeria que desarrollo. Hablamos de tu vida que es monótona y tan comprometida como que tienes pareja y viven juntos. Converso sobre mis últimos fracasos amorosos que no tienen nada que ver con lo que demostraste ser. Sobre fulano que no sirve, sobre sutano que no resultó ser. Al final, cuando desahogamos algunos triunfos y derroteros nos miramos nuevamente. Quedamos como siempre hipnotizados. Dispuestos a no ceder a la vida regalamos apenas un instante. Siempre serás tú, dices en voz baja.
Intento retomar ese discurso de conversar del pasado, de evaluar qué fue lo que pasó. Es mi estrategia para rehacer los argumentos y hacerte entender que ya entendí. No hay esfuerzo, asumes con total naturalidad que este es el rumbo que nos tocó tomar.
Seguimos sentados en ese círculo de gente que vive abstraída en su realidad. El sol se opone, es una tarde hermosa, si acaso de las pocas que me toca ver. Unos niños siguen limpiando con particular afán el vidrio del carro y yo quiero tocarte, pero no me atrevo.
De pronto vuelve a correr la brisa en el espacio que hemos dispuesto para el respeto, ese espacio quebrantable que hemos dejado para el final. Faltan segundos, pienso. Luego, como si estuviese cubierta de caramelo, besas mi mejilla, te acercas con ternura – como recogiendo un néctar con tus labios – hacia mi boca. Nos besamos. Viene un beso y otro beso, otro beso y otro que no podemos parar. Estamos complacidos y felices. Escondidos como siempre, como si acaso ese sea la característica absurda de mucho tiempo, cuando impuse ese método y luego no pudimos revertirlo. Somos así, subterráneos sin sentido, entregados sin reparo al misterio y lo prohibido. Faltan segundos, pienso. Nos iremos de nuevo hacia otras puertas que nunca nos llevan al mismo cuarto.
Tuesday, December 30, 2008
Recordar
Thursday, December 11, 2008
1,2,3
Saturday, November 08, 2008
La mudez se hará de concreto
Sunday, October 26, 2008
Retrospectiva II
A Jorge le llovieron aplausos. Cuando dijo que quería irse le abrí la puerta con tres o cuatro cuchillos en los pulmones pero a sabiendas que era lo mejor. Lo mejor para el charco con calentador, excelente para los vacíos en los que permanecimos guarecidos demasiado tiempo. Se fue entonces sin titubear, sin darse ese giro propio de las películas rosas de las que me atraganto de vez en cuando, se largó sin esa escena que al menos hubiese sido perfecta para rememorarla y pensar que en realidad no quería irse. Pero se fue. Dos o tres conversaciones posteriores para salvar culpas, limpiar los prestigios … como dicen, pero nunca ese volver atrás que parece ser tan predecible de los romances veinteañeros. Se quedaron como 10 kilos de palabras guardadas de esas que uno vomita con cualquier llamada desesperada, Jorge las controló, yo las controlé y todo fue sano. Nada de recuerditos. Permaneció todo como un cuadro bien pintado, con sus oleos bien coloreados, un comienzo extraordinario para hacer más clásica la película. No era posible construir la historia porque pasar cinco años a páginas es decir mucho, un cuchillo perfecto para terminar de agujerear el diafragma. No era esa la muerte que aspiro, la vida pasa y pronto los pulmones se inflan tanto que los afilados disparan de nuevo. Luego aludí al cliché, y dije las mismas frases que dicen las mujeres que se creen mujeres dolidas y maltratadas por la vida (hey, sólo para cerrar ese capítulo de “¡¡Ya verás desgraciado!!”). Pero…cómo retorcer el cariño, es imposible.
Friday, October 24, 2008
Contracción
Nuestras lenguas no son correctas, tardan mucho en fundirse, luego se deshacen. Hace tiempo que no nos vemos por temor a dejar nuestras penas sobre la mesa: no nos amamos. No es que yo tenga mucho que decir Julia, precisamente se trata de que sigo teniendo ese malestar, ese cáncer en la garganta que no tolera las quimioterapias de tu voz. Bastante que he sido un hombre comprensivo, un varón que ha sabido codearse entre tus faldas y que ha dicho que le encantas porque no se atreve a decir que te ama, para escuchar el canto profundo del silencio. Julia, sabes muy bien que nuestras lenguas son un pasadizo al paladar. Me pregunto, cuándo dejaremos de ser dos imanes que se ven siempre uno sobre otro. Disfruto tus piernas, el sabor de tus hombros, el bosque lluvioso de tus cabellos y sigo estando en el mismo portal, un centro sin norte. Me cansé de ser un pecado al que no se le quiere redimir.
Tuesday, September 16, 2008
Retrospectiva
Vamos por el camino adecuado, el único que hay. En el recorrido se abrieron tantas puertas y algunas, aunque cansamos de tocarlas, jamás se abrieron. No es el mismo soundtrack de antes, todo corre… avanza, aunque estemos estacionados frente a un espejo con un reflejo paralizado. Mutaron las corazas, asaltaron las dudas, esta senda pretende postergarse con otros rostros, no quiere seguir coqueteándole al retrovisor.
Saturday, May 24, 2008
Nuestra casa
Monday, May 12, 2008
Silban las mariposas
Sunday, May 11, 2008
Cuentas
Monday, April 21, 2008
Revés con revés
Falto yo
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
