Saturday, October 27, 2007

Sube el telón

El mar rojo tiene extensión en mis venas. Los papagayos ya no retornan sobre los techos rojos del sur del río, crezco en los tentáculos de un molusco que pretende hacerme suya. La noche de brujas abraza su extradición entre luces de colores, hay nuevos conjuros que le rezan a un santo de pipi grande. Otros quieren que de sus entrañas corra un mar de sangre, las células madres se juntan para hacer travesuras con cara de niño. Todos mueren de hambre cuando hay sed en las orillas, y los que mueren de sed no tienen panza para estas palabras. Me asesina el abstracto, los sueños con sabor a cloruro de magnesio, que dicen, sabe a agua saturada de sal y azúcar. La infancia va en la salida del tren desde Sidor hasta el Caroní, cuando perdí a Topoyiyo desde el malibú azul. Hoy quiero ser un árbol gigantesco en medio del Amazonas, desde todas las latitudes llegan cartas sin consuelo, los remordimientos hacen galletas, construyen edificios de chocolate, te hacen gorda o flaca, en este caso, me pesan más las ganas. He descubierto, entre otras cosas, que el amor a la ciudad tiene su génesis en sus luces nocturnas en la zona industrial, madre de esta “pequeña mesopotomia”. Salir en barco tiene las mismas repercusiones que abandonarse a sí mismo. La rabia que aterriza sobre esta página encara, con el temple de diciembre, un nunca jamás.

Tuesday, October 23, 2007


- Lupita -

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Amaneció al revés sobre la ciudad. El cielo con su grisáceo de azufre hizo que agolpados en la noche fuésemos un amanecer con las lucecitas de la ciudad que despierta más temprano. La noche está llegando sin tocar la puerta y se hace eterna la oscuridad cuando no tenemos los guantes, y ya no sabemos como hacer para aparecer en los argumentos, o que sencillamente olvidamos como tocarnos sin tocarnos, porque los cielos se hacen cada vez más espesos o porque aprovechamos la frialdad de las montañas y el susurro de ocupaciones para olvidar como mirarnos a través del tragaluz, y conocer hasta los rayitos que desprenden tus pupilas, que se encienden con el olor del sexo y parecen apagaditas cuando hay más palabras que maneras de tocarse.

Pichón de tesis





Sunday, October 14, 2007

Mañana
cuando resucite mi perfil solitario
no habrá espacio para la luz
atravesando el traga-luz

Mañana
tendré una estrella dibujada con mi cuerpo
tatuada
o
amarrada a la arena
donde clavé mi raíz.






Pui Pui, Carupano
Edo. Sucre
Tour Orinoco I-Ron / 2007

En un bostezo quedamos atrapados, allí dejé mi lengua y las cosas que no sabía que podía hacer con las uñas, ni con los dedos de los pies. Ahora, cual navíos sin brújulas merecemos estar distantes en otros puntos pensando que falta mucho para encontrarnos antes que pasen las manadas de silencios, que apabullan, que hacen lagunas profundas a la orilla de la playa, donde arriban las distancias, incluso esas maneras de conocerte primero antes de hallarme indefensa.


Y que esta tarde de bostezos tiene la forma de las bolas de cristal, con la paciencia que tiene el que ve acercarse la barca con un poquito de otras tierras o con otro nombre para esta ciudad, que no es de papel y merece las luces de las copas en el cristal, también la cavidad del cuerpo pretendiendo ser una hamaca, un hostal para los perros sin dueño, para los que no se cansan de soñar.

Falto to

Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...