A capa y espada

Hay una red que está creciendo. Un tejido minucioso y peligroso en torno al amor, un negocio que durante años ha estafado a millones de mujeres en todo el mundo. Recorrimos Walt Disney, el medio oriente, la Patagonia, las Islas Canarias para conseguir al capo del amor, el mandamás, el responsable de mujeres suicidas, de novios embarcados en el altar, de matrimonios fracasados, de niñas enamoradas, él, el Príncipe Azul, lo tenemos hoy en exclusiva para ustedes.

Odiado por muchas, idolatrado por otras, quizás el perseguido político más grande de toda la historia del protocolo amoroso, el asesino de ilusiones, el rompe corazones. Lorena Bobbit entendió la estafa de su existencia. Mónica Lewisnky lo confundió, Lady Diana se le desmoronó, en fin, la lista es larga.

Estaba sentado de espaldas, en una silla de cuero fino, grande, imponente en el giratorio de la silla. Sostenía un cigarro en sus labios, la arquitectura de sus huesos lo simulaba perfecto, asimétrico. Me senté frente a él, nos presentamos. Mucho gusto – le dije-, y de inmediato comenzamos la entrevista.

- ¿A qué debe su fama?
- “A mi capacidad de hacerle creer a las mujeres que soy lo que ellas quieren, un tipo escultural, que se expresa bien, habla de temas interesantes, lleva a los niños al parque, cocino, las mantengo y me quiero casar, ¿te parece poco?”.

- ¿Se considera el hombre más perseguido del mundo?
- “No lo sé, más bien me siento acosado. Es terrible que después de tantos años me pregunten por el caballo, entonces tengo que decirles: ‘mamita, eso fue en el siglo XV’, para algunas esto es un consuelo y si eso las hace felices… jajaja”

- ¿Por qué hacerse esperar?
- “Porque creo que es evidente que no puedo con todas, ¿no?”

- ¿Está de acuerdo con personajes como Shrek? ¿No se siente desplazado?
- “Aplaudo los nuevos talentos, ya estoy un poco cansado para seguir con la gracia. Es bueno darle oportunidad a otros, aunque sé que el fin de mi carrera está muy lejos”.

- Por cierto, hablando de su carrera, dicen que desde la clandestinidad usted ha incitado, para retirarse del mercado, la campaña “agarra tu príncipe negro que los azules se acabaron” ¿es cierto?
- “¡Jamás! Creo que eso obedece a una necesidad de una importante fracción de las féminas resentidas que, desesperadas, han caído en lo más bajo, el colmo de la desesperación”.

- ¿Qué piensa del machismo?
“Le ha hecho mucho daño a la sociedad y mucho daño a mí, me ha dado más trabajo. A cuantas no tengo en el balcón esperándome aun… ¡ya basta! ”.

- ¿Por qué azul y no rojo?
- “Bueno, no es por caer en discusiones ideológicas, porque está más que claro que primero fue sábado que domingo… pero creo que el rojo está bastante prostituido ya, como para agregarle una raya más al tigre”.

- ¿Qué opinión tiene del divorcio?
- “Yo soy completamente inocente, la culpa es del señor Walt Disney, él debería ser perseguido, yo… soy un simple servidor”.

- Para cerrar, qué le dice a todas esas mujeres que aun están a la espera.
- “Que tengan paciencia, que lo bueno se hace esperar. Así sea en burro, disfrazado, o con algunas variaciones siempre, siempre estaré allí. Lo que pasa es que a veces no me reconocen”.