Saturday, April 28, 2007
Vamos a contarnos todo, a deshilacharnos la herida, coser los secretos y hacer bulla con la tristeza. Seamos radicales con las palabras y las manos, que se azoten las ideas, que se martillen las avenidas que no habitarás, desde la ida a la vuelta, desde el génesis hasta el Apocalipsis aunque acabemos evaporados contándonos todo.
Friday, April 27, 2007
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Quieres desaparecer, disminuirte en la escena y ser aire. Aire para tomar, aire para respirar, ser el vacío de la copa, la palabra impronunciable. Ser completamente necesaria y evitarte en cada pisada. En los huesos fríos, en el temor a la artritis, en el complejo de Electra, en los minutos baldíos con su razón sanguinaria dictándote cosas. ¿Te gusta el café?, a veces, cuando les toca ser bobos en un hombro, como si en último escalón rodaras para no luchar. No aceptas el destino porque no existe. Existe cuando prefieres no decir nada, cuando quieres rellenar coherentemente un espacio y dejar de sentir los tres puñales de la moral en el talón de Aquiles, entonces, allí existe. Que poco esfuerzo para ser feliz, el mínimo para no serlo. Y te toca ser Martín en aquel banco, aferrada a la espera, al reflejo de las luces y a las risas satánicas de los niños ironizando el momento. Eres el recuerdo aproximado al adiós, a la dualidad del olvido, y quien sabe, cuantas cosas más alusivas al vacío. El cuento no es un acabado, es un recuento de mirarse sin besar, de acampar al lado sin deseo, de querer cambiarse para hacerse comprensibles al plan ideal. No hay plan en el saldo, la transición anual sirve como bastón para no aceptar que eres una gomaespuma en un colchón viejo.
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Te conté. La libertad me sabe a remedio, a pócima vencida, a suspiro de alas - a veces- , a tres chocolates 75% cacao con su goce de placer (recomendado), no me interesa resolver el misterio. Es la libertad que sigue espesándose en jarabe con sus dos ingredientes: paz y guerra. La sombra en la habitación se pinta en recetas, metáforas, hipótesis, hasta cuentos y me fortalezco en el pilar de la individualidad, en el conjuro personal de arrancarse los fantasmas del cuerpo y actuar derecha, indetenible, con suspenso. Con el volcán por dentro amenazando en estallar, conservando piedritas del hallazgo en frascos de compota -de exhibición - con lo que te conté.
Wednesday, April 25, 2007
Ves… la brisa avanza muy cerca del oído, justo en el martillo, en el yunque, en el laberinto, y sopla abismos, se entrelaza en todo el canal y envuelve por dentro como queriéndose comer los ojos. Un acto caníbal, pero propio, como las epidemias o las catástrofes cúspides de siglo. Recuerdo cuanto amo a mis ojos, lo que ven, lo que aprehenden y no sueltan. Me provoca acariciarlos, decirles ¡basta!, acobijarlos de la brisa. Tomármelo a pecho, volverlos creativos y asesinos de la retaguardia. Ves… es el mismo curso, el mismo cauce con lo caudaloso de anteayer. Es la misma agua rodando sobre la misma piedra, desde el punto ciego, en la cabecera de los nervios acercados al cráneo. Y me río, porque son míos, neciamente míos.
Just like you said it would be
Life goes easy on me
Most of the time
And so it is
The shorter story
No love, no glory
No hero in her sky
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes...
And so it is
Just like you said it should be
We'll both forget the breeze
Most of the time
And so it is
The colder water
The blower's daughter
The pupil in denial
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes...
Did I say that I loathe you?
Did I say that I want to
Leave it all behind?
I can't take my mind off of you
I can't take my mind...
My mind...my mind...
'Til I find somebody new
Tuesday, April 17, 2007
Wednesday, April 11, 2007
Estaban acorralados en los cuarteles de Guayana. Otros, sirviendo té en Mercal, vigilando en Guaiparo y Uyapar, cuidando las esquinas, meditando bajo las matas de mango - ¿Quién es mi Dios? -.
Al pito – alarma roja que excita – todos, cual amaestrados caninos arman filas con ojos saltones. Capucha, pistolita y muchas bombitas en la cintura. La mañana, se vislumbra divertida, los soldaditos de Cuartel de Core 8 se dirigen hacia Alta Vista. Y aunque lejos está, llegan pronto. Tan pronto, que toman a los viejitos, pensionados y enfermos ocupacionales por sorpresa. Una barrera a la derecha, otra a la izquierda, norte, sur, flanco cuadrado al perímetro de
11 de Abril
Canto a los hijos en marcha
Andrés Eloy Blanco
Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras;
que no vengan todos a pasar la noche
rumiando pesares, mientras tú me lloras;
que no esté la sala con los cuatro cirios
y yo en una urna, mirando hacia arriba;
que no estén las mesas llenas de remedios,
que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
que no venga el mozo con la tarjetera,
ni cuelguen las flores de los candelabros
ni estén mis hermanas llorando en la sala,
ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras.
Lléname la casa de hombres y mujeres
que cuenten el último amor de su vida;
que ardan en la sala flores impetuosas,
que en dos grandes copas quemen melaleuca,
que toquen violines el sueño de Schumann;
los frascos rebosen de vino y perfumes;
que me miren todos, que se digan todos
que tengo una cara de soldado muerto.
Lléname la casa
de flores regadas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
tenme de la mano, tenme de los labios,
como aquella noche de mi padre muerto,
y al cabo, dormidos iremos quedando,
uno con su muerte y otros con su sueño.
Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros,
con sus dos caballos gordos y pesados,
como de levita, como del Gobierno.
Que si traen caballos, traigan dos potrillos
finos de cabeza, delgados de remos,
que vayan saltando con claros relinchos,
como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
que voy a salirme de la caja negra
y a saltar al lomo del mejor caballo
y a volverme al fuego.
Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros.
Madre, si me matan,
y muero en los bosques o en mitad del llano,
pide a los soldados que te den tu muerto;
que los labradores y las labradoras
y tú y mis hermanas, derramando flores,
hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
que con unos juncos hagan angarillas,
que pongan mastranto y hojas y cayenas
y que así me lleven hasta un cementerio
con cerca de alambres y de enredaderas.
Y cuando pasen los años,
tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
en tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
pide a los soldados que te den tu muerto.
Madre, si me matan, no me entierres todo,
de la herida abierta sácame una gota,
de la honda melena sácame una trenza;
cuando tengas frío, quémate en mi brasa.
Cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.
Madre, si me matan,
ábreme la herida, ciérrame los ojos
y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
y esa pobre mano por la que me matan,
pónmela en la herida por la que me muero.
Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
ponme tu pañuelo
bajo la cabeza, triste todavía
por la despedida del último sueño,
bajo la cabeza como casa sola,
densa de un perfume de inquilino muerto.
Si vienen mujeres, diles, sin sollozos
—¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos...
Y una palabra: JUSTICIA
escriban sobre la tumba.
Y un domingo, con sol afuera,
venga la Madre y las Hermanas
y sonrían a la hermosa tumba
con nardos, violetas y helechos de agua
y hombres y mujeres del pueblo cercano
que digan mi nombre como de su casa
y alcen a los cielos canto de victoria,
Madre, si me matan.
Tuesday, April 10, 2007
Es fácil mecer el pie coordinando el otro. Si un pie nos sigue a otro, ¿qué pasa? Nos quedamos sentados, viéndonos. Amarrados de lo poco que sabemos, del maltrecho camino. Es más fácil cuando hacemos caminitos de arena como en una percusión chucuta, haciendo formas en la tierra, sentados. En fin, sin temor a perder.
Monday, April 09, 2007
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Cuando regresó fue de buena suerte, como la novela. Eran las plantas que lo esperaban, el olor a corteza, la raíz sembrada en la médula, los glóbulos blancos que flotaban como burbujas de jabón en el aire en abundancia. Quizás, el exceso de clorofila en las venas. Probablemente una deuda que no se paga fácil, pero el monte, el cerro siempre sabe agradecer. Así es, con los pies sembrados de nuevo, que se vuelve a andar, que se vuelve a pensar corto y concentrado, que se sueña con dejar el exilio. También – quizás - éxito de páginas y código de azúcar. ¿verdad?
FIN
Puede ser el exceso de poco rodar o las ganas de andar. Pero eran patines fascinantes. Una torre de pelotas de tenis verdes, naranja, fluorescente, los hacían rodar. En verdad sólo 4, pero querías tomarlas todas, te hubiese gustado tomarlas todas. Y rodaban sin dificultad en ambos patines gigantes y espaciales. Después de patinar, tomas tu bolsa de tocineta tostada y te largas. Así de simple, con olor a tocino.
Serie: sueños de tarde I
Sunday, April 08, 2007
El Extranjero
Poco después me escribió. Y a partir de ese momento comenzaron las cosas de las que nunca me ha gustado hablar. De todos modos, no se debe exagerar nada y para mí resultó más fácil que para otros. Al principio de la detención lo más duro fue que tenía pensamientos de hombre libre por ejemplo, sentía deseos de estar en una playa y de bajar hacia el mar. Al imaginar el ruido de las primeras olas bajo las plantas de los pies, la entrada del cuerpo en el agua y el alivio que encontraba, sentía de golpe cuánto se habían estrechado los muros de la prisión. Pero esto duró algunos meses. Después no tuve sino pensamientos de presidiario. Esperaba el paseo cotidiano que daba por el patio o la visita del abogado. Disponía muy bien el resto del tiempo. Pensé a menudo entonces que si me hubiesen hecho vivir en el tronco de un árbol seco sin otra ocupación que la de mirar la flor del cielo sobre la cabeza, me habría acostumbrado poco a poco. Hubiese esperado el paso de los pájaros y el encuentro de las nubes como esperaba aquí las curiosas corbatas de mi abogado y como, en otro mundo, esperaba pacientemente el sábado para estrechar el cuerpo de María. Después de todo, pensándolo bien, no estaba en un árbol seco. Había otros más desgraciados que yo. Por otra parte, mamá tenía la idea, y la repetía a menudo, de que uno acaba por acostumbrarse a todo.
Wednesday, April 04, 2007
Estás allí. Hay alrededor de 200 personas a tu redonda. En realidad no estás, pero quieres estar. Algunos visten de morado, hay niños que lloran y piden que los alcen en brazos, otros se ríen y se toman fotos. No es el mejor paisaje de estas noches. El viento azota a un paso lento, - si es que se puede azotar lentamente - . El cielo no menoscaba en hacerse cada vez más gris mientras galopa la noche. Hay señoras que se quejan porque no escuchan el Padre Nuestro ni el Ave María. A los costados dos perros pelean, parece que se devoraran. Uno es blanco, como un lobo y el otro gris. Una niña grita “no lo mates por favor” desgarradoramente. Teme que el perro marrón mate, al que presumes, es el suyo, el blanco. Quizás lo intuyes porque es blanco, cosa de semiótica. Muere.
Monday, April 02, 2007
Mis manos son como las de la abuela Ana, lo descubrí hoy, con los dedos cortos y las uñas pequeñas y blandas que le encantan vestirse de rojo.
Falto to
Escribo retazos por todas partes, en uno, dos, tres cuadernos en todos falto yo el fuego de siempre, este largo suspiro que no...
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No me siento absuelta, ni definitiva. Cada día ha sido como un tropel de asuntos pendientes atornillándome, como aquellos días prev...
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Me arde el pecho. Sonrío tocando tus labios que son blandos como los míos, un puente a parajes olvidados un receso...